Proyectamos la rehabilitación de este castillo que se asienta en el cerro que domina la población. Es posible que su origen se remonte a tiempos de Ramino II el Monge. La ejecución de la actual configuración del castillo fue encomendada por encargo de D. Lope Fernández de Luna (Arzobispo de Zaragoza), en un periodo que se puede concentrar entre 1352 y la muerte del mismo en 1382.
La planta es un rectángulo bastante alargado, orientado por sus lados en la dirección de los cuatro puntos cardinales. Tiene seis torreones, cuatro en los ángulos y uno sensiblemente en el centro de los dos lados mayores.
La conservación del castillo por el exterior puede considerarse buena. No sucede lo mismo dentro.
Nuestra intervención se centra en la rehabilitación y restauración de distintas zonas en el interior particularmente en los arcos, puertas y muros que en su momento fueron expoliados.